viernes, 17 de agosto de 2012

The living matrix

¿Cómo es que se dan las sanaciones milagrosas de las que se habla últimamente en todo el mundo? ¿Cómo estamos conectados? ¿En qué niveles podemos conectarnos para sanar? ¿En qué consiste la ciencia de la sanación?

Mira este filme y lo sabrás.
Documental: The Living Matrix (idioma inglés)

viernes, 14 de octubre de 2011

Sobre las frecuencias vibratorias

De http://medicinacuantica.net/


La frecuencia puede definirse como el número de ciclos idénticos de un fenómeno por unidad de tiempo. Y así la frecuencia respiratoria se refiere al número de ciclos respiratorios por minuto. Si una emisora emite a una frecuencia de 105,8 un programa en el que interviene nuestro cantante preferido, es necesario sintonizar con esa frecuencia para poder oírlo. Si lo hacemos un poco antes o después no podremos escuchar la entrevista. Lo mismo pasa con la salud o la enfermedad.


Cada pensamiento, cada sentimiento, cada emoción que tenemos vibran a una determinada frecuencia que podemos comparar con una emisora. Podemos comparar nuestro cerebro con un instrumento de retransmisión, como una radio que capta lo que difunde la emisora que sintonizamos al elegir la frecuencia.

Supongamos que una de tus vecinas va a tu casa y te dice: “tienes suerte, cada vez que vengo oigo melodías agradables en tu radio. En mi casa no escucho mas que malas noticias que me preocupan y una música que me vuelve loca”. ¿Le responderías que tiene razón, que tienes suerte y ella no? Por supuesto que no, porque sabes muy bien que la suerte no tiene nada que ver con esto. Más bien le dirías: “No tienes mas que cambiar de emisora o de frecuencia.


ENFERMAR, SENTIRSE DESGRACIADO O ENCONTRARSE EN UNA SITUACIÓN DESAGRADABLE NO ES CUESTIÓN DE MALA SUERTE NI UNA CASUALIDAD O UN CASTIGO DIVINO. NO ES MAS QUE SINTONIZARSE CON DETERMINADA FRECUENCIA.


Solo hay que cambiar de una frecuencia negativa a otra positiva para que el malestar, el dolor o la enfermedad desaparezca, para transformar una situación difícil o para mejorar nuestra relación con los demás.


Veamos un ejemplo: contrato el servicio de una empresa de mudanzas especializada en el transporte de instrumentos musicales para que trasladen mi piano lacad en negro. Durante el trayecto uno de los empleados realiza una falsa maniobra que hace que el piano se desnivele y se raye en un lado. Yo me enfado muchísimo y la emprendo con el responsable de la empresa exigiéndole una reparación. Estoy enfadado y triste a la vez ya que este piano era de mi padre. Esta emoción me ha dejado sin energía. Al día siguiente aparece en mi labio una calentura además de una erupción de granos en el brazo.


La empresa lleva el piano a un taller de restauración que lo deja como nuevo. Ya no tengo ninguna razón para seguir enfadada e incluso aprecio el servicio que me han ofrecido pensando que son cosas que pasan. Los granos y la calentura desaparecen y recupero mi energía. YA NO ESTOY EN LA FRECUENCIA DEL ENFADO. Por consiguiente las frecuencias vibratorias pueden ser altas o bajas: las altas están relacionadas con la salud, el bienestar, la armonía y la felicidad. Y las bajas dan como resultado el malestar, sufrimiento y enfermedad. De hecho sería mejor utilizar los términos de “armonía” y “equilibrio” para definir el estado de salud y “falta de armonía” y “desequilibrio” para expresar lo que llamamos malestar o enfermedad. La curación no es más que volver al estado de armonía y equilibrio.


PERO RECUERDA QUE ERES LIBRE DE SINTONIZAR CON UNA U OTRA FRECUENCIA. Al conocer el funcionamiento de las frecuencias vibratorias, podemos comprender cómo damos lugar a tal o cual enfermedad. Lo mismo sucede con los acontecimientos que vivimos en nuestra vida. Las frecuencias vibratorias existen en nuestras vidas con una función de continuidad: cambian pues de un momento a otro siguiendo una cadena. Si pensamos en nuestra vida, ¿no es una sucesión –cadena- de acontecimientos agradables y desagradables?


La Metamedicina se interesa en algo más que la curación del cuerpo físico de la persona, pues se centra en la asimilación de la lección que la persona afectada debe aprender para su evolución.


Ahora disponemos de una buena visión de la primera parte de la ley de la responsabilidad que consiste en aceptar que nada es fruto del azar. Todo tiene su razón de ser, y SEGÚN LAS FRECUENCIAS VIBRATORIAS ENGENDRADAS POR NUESTROS PENSAMIENTOS, CREENCIAS, SENTIMIENTOS, EMOCIONES ASÍ COMO LAS PALABRAS QUE PRONUNCIAMOS Y LAS LECCIONES QUE TENEMOS QUE INTEGRAR, ENCONTRAREMOS EN EL MUNDO LOS ACONTECIMIENTOS O LAS CIRCUNSTANCIAS QUE LE CORRESPONDEN.


Una vez asimilada esta primera parte, no podemos sentirnos ya víctimas y decir: “No es mi culpa”, “no he tenido suerte”. Tampoco podemos actuar como abogados que buscan un culpable al que acusar: “Mis úlceras de estómago son por su culpa, él escucha siempre las noticias y esto me angustia”. “Es él o ella quien ha provocado mi enfado”. “Mi padre ha destruido mi vida”. “Mi madre nunca me ha querido, por eso no puedo ser feliz”.


Con la ley de la responsabilidad, ya no hay víctimas ni verdugos. Por consiguiente no puedes acusar a los demás de lo que vives porque ineludiblemente hay algo en ti que te hace reaccionar de esa manera o lleva al otro a tratarte así. El otro no es más que un espejo en el que nos miramos. Uno puede rechazar su furia y otro expresarla con violencia pero ambos están presos en ella.

Esto no significa que tengamos que permitir que un niño soporte malos tratos de su padre, ni dejar que los que sufren expresen su violencia sin reaccionar, ni que los genocidas aniquilen a su pueblo. No solo tenemos una responsabilidad individual respecto a nuestra salud y felicidad, también tenemos una responsabilidad colectiva.


Una historia cuenta que un día el cerebro, el pulmón y el corazón discutían para saber cuál de ellos era más importante. El cerebro decía: “soy yo porque doy las órdenes”. Los pulmones replicaron: “Sin aire no puedes funcionar, por tanto, yo soy más importante". El corazón dijo: “Sin mí, tu aire no circularía y ambos os asfixiaríais”. El ano al oírles discutir se cerró y les dijo: “Cuando os hayáis puesto de acuerdo, me abriré.”


Este pequeño cuento nos demuestra que un organismo es primero y ante todo un conjunto de componentes y que si uno de los órganos está afectado, repercutirá en el resto del organismo. Si vivimos en armonía con nosotros mismos y con nuestro entorno, nuestro cuerpo lo reflejará con un estado físico en el que todas nuestras células colaborarán armónicamente. De este modo llegamos a la conclusión de que nos corresponde a nosotros mismos responsabilizarnos de nuestra salud y nuestra felicidad.


Si reconocemos que hemos creado tal o cual situación o hemos atraído determinado acontecimiento a nuestra vida y pensamos que este acontecimiento no “es correcto” o que es malo, esto no puede más que llevarnos a adoptar una actitud reprobatoria o un sentimiento de culpabilidad. Sin embargo si comprendemos que son nuestras actitudes las que han dado lugar a esos acontecimientos, podremos aceptar éstos sin culpabilizarnos, porque esos acontecimientos están relacionados directamente con las lecciones que debemos integrar en nuestra evolución.


Esta segunda parte de la ley se basa en el reconocimiento de que la situación creada o el acontecimiento vivido eran necesarios para nuestro camino evolutivo.


Es lo mismo que decir que, cualquier cosa que hayamos vivido, cualquiera que sea la enfermedad que nos afecta o el trágico suceso que hayamos sufrido, lo necesitábamos para asimilar lecciones esenciales para nuestra evolución. En las lecciones de vida que tenemos que integrar todo es perfecto, aunque a menudo únicamente lo vemos retrospectivamente o en la distancia.


Admitirlo nos hace adquirir mucha más flexibilidad ante las situaciones que encontramos en la vida o ante las personas que tratamos. Reconoce que todo es perfecto no significa abdicar, abandonarse o no reaccionar. Al contrario es actuar con responsabilidad en lugar de elegir la vía de la rebelión o de la abdicación. Abdicar es cruzarse de brazos y creernos cometidos a una fatalidad de la que no podemos escapar.


POR EL CONTRARIO ACTUAR CON RESPONSABILIDAD ES:

  • Reconocer que somos los creadores de nuestra vida.

  • Intentar comprender la razón de este desequilibrio y la lección que debemos asimilar.

  • Pasar a la acción para recuperar la armonía

Esta actitud aumentará tu bienestar a la vez que progresas en tu camino evolutivo.


FUENTE: Extracto del primer capítulo de Metamedicina de Claudia Rainville


miércoles, 3 de agosto de 2011

¿Y en realidad de qué se trata una sesión de medicina cuántica?

A veces nos da un poco de miedo probar terapias alternativas porque no sabemos de qué trata, qué se siente o qué podemos esperar de los resultados.

Además de la explicación inicial sobre el funcionamiento de la máquina con la que trabajamos, la gente quiere saber cómo es una sesión concretamente.

La primera sesión nos concentramos en conocerte. Te preguntamos tus datos personales y algunos otros como tu estilo de alimentación, antecedentes médicos y tu percepción sobre tu propia salud.

Después realizamos varias evaluaciones. Para ello te habremos colocado ya los arneses en los tobillos, las muñecas y en la frente. La primera evaluación se llama Reactividad. Es una prueba en la que comprobamos tu reacción frente a 7 mil reactivos distintos, entre los que están posibles enfermedades, órganos, emociones, meridianos de acupuntura, alergias, etc. Esta evaluación nos sugiere otro programa para trabajar con tu salud que nos indica cuáles pueden ser las causas de tus desequilibrios energéticos. Podría sugerirnos, por ejemplo, predisposiciones genéticas, problemas funcionales en órganos específicos, orígenes emocionales inconscientes, entre otros.

Mientras escaneamos tu cuerpo y luego retroalimentamos con energía, es probable que no sientas nada. Debido a que la energía es sutil, la mayoría de las personas no reportan sensaciones. Lo más común es que se sientan relajados y somnolientos durante la sesión.

Algunas personas con mayor sensibilidad nos reportan sensaciones de calor u hormigueo en partes específicas del cuerpo. A otros les afloran emociones o recuerdos. No hay ninguna sensación correcta ni generalizable.

Para poder conectar más con aquellos que comparten con nosotros, generalmente charlamos mientras aplicamos la terapia cuántica. La energía está surtiendo efecto de cualquier manera, pero nos sirve para saber qué es lo más adecuado para cada persona y poder ofrecerle también posibilidades de crecimiento además de la sanación.

La terapia se muestra muy eficaz para aliviar dolor, porque como dijimos, promueve la relajación en primera instancia. Además, aquellas personas que sienten dolor son las más susceptibles de observar los efectos, puesto que disminuye notablemente o desaparece casi de inmediato.

Cuando no hay síntomas manifiestos, es difícil notar los cambios en las frecuencias energéticas sobre el propio cuerpo. Así que nos enfocamos en que las personas relacionen el desequilibrio con sus vidas, con sus emociones y con la enfermedad como símbolo de algún trastorno inconciente.

También evaluamos emociones, algunas de ellas inconcientes. Nuestros clientes siempre se sorprenden mucho con la precisión de las mediciones. Esto nos da la pauta para entender la conexión entre las posibles afecciones físicas y el estado mental de la persona.

Nosotros creemos que no hay forma de separar cuerpo, mente y espíritu. Por eso, en cada sesión atenderemos estos tres aspectos de ti. Algunas personas se preocupan más por un aspecto que por otro y por eso se nos revelan desequilibrados en las evaluaciones. El objetivo de la terapia cuántica es ayudarte a conseguir el equilibrio y para eso incidimos en las distintas partes que te conforman.

¿Y qué pasa después? Dependiendo del desequilibrio, determinaremos la periodicidad y cantidad de sesiones. Pueden ser semanales o quincenales y serán de 6 a 10 sesiones aproximadamente. Durante los días subsecuentes puede que sientas mejoría en el ánimo, mayor energía vital o relajación.

Otro resultado interesante que reportan algunas personas, es que logran comprender asuntos que traían atorados gracias a algunos datos que revelan nuestras evaluaciones. Con ello, resuelven temas que derivan en la sanación de la enfermedad en el cuerpo.

¿Quién obtiene los mejores resultados? Eso depende de muchos factores, pero sobre todo depende del nivel de compromiso que tengas contigo mismo. Para nosotros, sanar es un acto de voluntad, no un remedio que viene de fuera. El trabajo de crecer como seres humanos no se acaba en 6 sesiones de terapia cuántica, sino que es un camino constante e inacabable de autoconocimiento. Nosotros sólo podemos acompañarte un tramo del camino. El resto es tu decisión.

lunes, 5 de julio de 2010

Cómo las Emociones Afectan al ADN

*Tomado de http://medicinacuantica.net/

Proponemos hoy un artículo de genética que une los conceptos de la composición de nuestro ADN y la relación entre las emociones y el sistema inmune. Damos información básica sobre los conocimientos que nuestra ciencia occidental ha obtenido a través del Proyecto del Genoma Humano, sobre el ADN -llamado Basura-, los estudios de científicos rusos, el trabajo que el científico Dan Winter ha realizado junto con su equipo sobre el ADN y el corazón y terminamos con información relativa a las ondas que las emociones de amor y odio crean en el organismo y que afectan al ADN.



El ADN Misterioso

La doble hélice como la plataforma de todas las formas de vida ha formado parte de la ciencia durante los últimos cincuenta años desde que fue descubierta por Crack y Watson. Nuestro conocimiento sobre el ADN desde entonces ha aumentado considerablemente. El ADN almacena las estructuras moleculares para la reproducción celular. Es una huella para la reproducción de todas las proteínas que se han encontrado en las células de un organismo. El cuerpo humano contiene aproximadamente entre 70.000 y 90.000 proteínas diferentes.

La hélice de AND es una doble cuerda doblada. Cada cuerda está compuesta de alrededor de 3.1 billones de nucleótidos. Los nucleóticos están todos juntos formando esta cadena inmensa. Hay solo cuatro bases diferentes de nucleóticos en la cadena. Las bases se denotan por la letra inicial de cada uno, Adenina (A), Citosina (C), Guanina (G), y Tiamina (T). Tres de estas bases de la cadena forman un triplete o codón. Hay solo 4³ = 64 tipos diferentes de codones en la cadena de AND. Cada triplete o codón es el equivalente genético de un aminoácido, el ladrillo de la proteína. Una proteína consiste en varios cientos de aminoácidos, así que toma el mismo número de codones codificar una proteína. Se llama GEN a la secuencia de codones que codifican una sola proteína.

Los nucleóticos forman puentes de pareja de bases entre las dos cuerdas de ADN. Uno de los nucleóticos de la pareja base es una de las cuerdas del ADN y la otra en la cuerda opuesta del ADN. De esta forma las parejas bases forman un puente, un enlace químico entre las dos cuerdas de ADN que se mantienen unidas en una escalera de caracol formando la doble hélice.

De la cadena completa de tripletes de una cuerda completa del AND, solo el 5% se usa para codificar y reproducir proteínas. El restante 95% se llama ADN basura o durmiente; Parece ser una repetición sin sentido que los científicos de occidente simplemente no saben que hacer con esto. Durante mucho tiempo, los científicos han creído que la parte del ADN del 95% no codificado simplemente es redundante. Hay ahora evidencia que el ADN no codificado no es después de todo inútil pero de hecho puede ser mas importante que los codones codificados. Los nuevos descubrimientos revolucionarios han demostrado que la idea que la composición inherente genética de un organismo no puede ser cambiado son ERRÓNEAS. Se ha probado que la secuencia de las moléculas del codón del ADN pueden ser reprogramados.



PROYECTO DEL GENOMA HUMANO

La investigación mas profunda que se ha hecho jamás del 5% del triplete codificado del cordón de ADN fue realizado en conjunción con el esfuerzo internacional llamado el Proyecto del Genoma Humano (PGN). La labor del PGH fue la de identificar la estructura completa del ADN y hacer el mapa de los tripletes y codones. Como el cuerpo humano contiene por lo menos 70,000 diferentes proteínas, se esperaba encontrar por lo menos 100,000 genes en el ADN humano: 70,000 para explicar la reproducción física del cuerpo humano (las proteínas codificadas en genes) y algunos 30,000 genes diferentes para explicar la diferencia en la personalidad y el carácter del ser humano. Cuando se terminó el primer borrador del genoma humano en el 2001 y la versión final revisada en el 2004, las grandes esperanzas y expectativas de los biólogos alrededor del mundo se desbarataron cuando solo 30,000 genes se encontraron en el ADN humano. Treinta mil genes en el genoma humano son solo trescientos más que tiene construir un ratón. El Proyecto del Genoma Humano también desveló que compartimos el 98% de nuestros genes con los chimpacés.

Ahora se revisan todas nuestras suposiciones sobre el ADN como el libro sagrado de la vida que contiene todo el texto de cada capítulo de la biología humana. Las diferencias en el ADN entre un ser humano y el mono del que emergimos son simplemente demasiado pequeñas para contabilizar todas las diferencias en apariencia, sin contar las inmensas diferencias en la conciencia y las habilidades intelectuales. A nivel de ADN tenemos más en común con los delfines que con los monos.

ADN BASURA

Mientras la ciencia de Occidente invirtió en el Proyecto del Genoma Humano Internacional centrándose en los tripletes del 5% del ADN, en 1990 en la Unión Soviética, un grupo de científicos rusos de la Academia Rusa de Ciencias se constituyó para estudiar el genoma humano completo. La investigación fue dirigida por el Dr. Pjotr Garjajev, miembro de las Academia Rusa de las Ciencias y de la Academia de las Ciencias de Nueva York. La investigación rusa iba a tomar en consideración un ángulo más amplio y abierto de su estudio. El equipo de investigación incluyó biofísicos, biólogos moleculares, embriólogos e incluso expertos en lingüística. Su investigación puso de manifiesto que el supuesto ADN basura que ha sido desechado y olvidado por la ciencia ortodoxa de Occidente no era en absoluto el remanente redundante de la evolución. Los estudios lingüísticos descubrieron que la secuencia de los codones del ADN no codificado siguieron las reglas de algunas sintaxis básicas. Hay una estructura definida y lógica en la secuencia de estos tripletes, como algún tipo de lenguaje biológico. La investigación mas allá descubrió que los codones de hecho forman palabras y frases justo como nuestro idioma humano ordinario sigue reglas gramáticas.

Los científicos han conducido muchas investigaciones de los orígenes del lenguaje humano y de las reglas gramaticales originales que son tan esenciales para todos los idiomas humanos. Sin embargo, siempre han fallado en localizar la fuente. Ahora por primera vez en la historia, los orígenes del lenguaje pueden ser sorprendentemente atribuidos al ADN. El lenguaje del ADN es mucho, mucho más antiguo que el lenguaje humano que se ha podido hablar en el globo. Se puede incluso concebir que la gramática del ADN sirviera como huella para el desarrollo del lenguaje humano.

Donde el Proyecto del Genoma Humano descifra el código de la “máquina del lenguaje” de la molécula del ADN y la estructura del “bit” de ADN formado por la secuencia de nucleótica, los investigadores rusos han descubierto el alto lenguaje presente en el ADN. Otro hecho alucinante es que el grupo de Garjajev descubrieron QUE EL ADN NO ES EN ABSOLUTO UN LIBRO CERRADO DE LA VIDA.

Descubrió que el texto del libro de ADN puede ser alterado. Los codones de las cuerdas del ADN se pueden reagrupar en secuencias diferentes. En otras palabras el software del genoma humano de nuestra molécula de ADN puede ser ¡REPROGRAMADO! LOS INVESTIGADORES HAN DEMOSTRADO QUE LOS TRIPLETES EN LAS CUERDAS DE ADN SON CAPACES DE CAMBIARSE en el ESPACIO.

Desde que el ADN se encontró que tenía una sintaxis y semántica similar a los lenguajes humanos, nos indica que nuestro conocimiento restringido actual del ADN sirviendo sólo como la codificación de la reproducción de proteínas para la composición química de un organismo, ES SÓLO LA MITAD DE LA HISTORIA.



EMOCIONES Y ADN

Daniel Winter y su equipo de coherencia de corazón han encontrado la prueba que las emociones humanas se pueden también reprogramar en el ADN. Los tamboreos sónicos del corazón en ritmo con nuestros sentimientos, nuestras emociones, se transforman en energía electromagnética en las glándulas del cuerpo que actúan como acopladores de piezas eléctricas creando pequeñas campos electromagnéticos de longitud de ondas de los sonidos emocionales del corazón. La emoción se convierte en energía en moción, e-moción, mandándolo directo a cada célula de nuestro ADN como la luz azul coherente del láser que es capaz de modular los codones de ADN justo como los láseres en los estudios que los rusos hicieron.

Investigando de cerca y viendo el ADN desde una visión de arriba, tiene una forma de dodecaedro. Toma diez espirales de PHI crear la forma de hélice dodecaedra de la espiral del ADN. La molécula de ADN con forma de onda se ajusta al corazón y es capaz de recibir las emociones sónicas. Daniel Winter explica la implosión de las ondas largas en ondas cortas manteniendo el radio del GOLDEN MEAN o Media Dorada. No solo las emociones alimentan nuestro ADN con luz ultravioleta sino también el metabolismo celular, el consumo de comida; todo está en crear la luz azul de la onda corta que alimentará nuestro ADN.

Las plantas reciben esta luz directamente del sol usando la clorofila en sus hojas y usando un proceso llamado fotosíntesis para captar los fotones del sol. Los animales que consumen estas plantas consiguen estos biofotones directamente de las plantas, aunque la acumulación es menos efectiva. Eventualmente la luz coherente del sol es almacena como biofotones en el organismo. El objetivo del metabolismo tanto en las plantas como en los animales es crear la luz láser ultravioleta altamente coherente dentro del ADN que controla la reproducción del las células.

Muchos estudios han demostrado que hay una relación directa entre nuestro estado emocional y mental y nuestra salud. La gente que sufre de depresiones y emociones negativas durante periodos prolongados de tiempo sufrirán también con el tiempo algún desorden a nivel físico. Las personas que hablan mucho de enfermedad son más propensas a padecerlas. El MIEDO es una emoción muy negativa que no beneficia a la salud. Los estudios científicos han probado que no importa lo bien que alimentamos a los bebés, cuando pierden el contacto, las caricias y el cariño de sus madres, pueden incluso llegar a morir. Los abrazos tiernos de las madres llegan directamente al ADN de sus bebés.

Daniel Winter lo deja realmente claro que NUESTRAS EMOCIONES PROGRAMAN NUESTRO ADN Y DAN FORMA A LAS CÉLULAS DE NUESTRO SISTEMA INMUNE. LAS EMOCIONES NEGATIVAS DESTRUYEN LA COHERENCIA DEL SISTEMA INMUNE MIENTRAS QUE LAS POSITIVAS LO REALZAN. DE ACUERDO A WINTER, LO COSA MÁS SANA QUE SE PUEDE HACER ES TENER o SENTIR MUCHA DICHA, EXTASIS Y FELICIDAD EN NUESTRAS VIDAS PUES ES LO QUE AL FINAL NOS DA LONGEVIDAD.



VIBRACIÓN Y EMOCIONES

Todo lo que existe tiene una vibración natural, desde los átomos hasta la inmensidad del universo. Lo que la mayoría de la gente cree que son las emociones, no son las emociones mismas, lo que estamos experimentando es la manifestación física de estas emociones.

El enojo causa disturbios en la psique y estas manifestaciones causan el incremento de los latidos del corazón, el incremento en la temperatura del cuerpo, y genera muchas otras características físicas que representa el enojo. Así como la música de la radio es una manifestación física de la señal intangible, la experiencia de nuestras emociones es la manifestación física de una señal intangible también.

Se ha mostrado que las emociones tienen una frecuencia vibratoria; es más, solo existen dos emociones que los seres humanos pueden experimentar: Miedo y Amor. El resto de las emociones son derivadas directa o indirectamente de estas dos.

El miedo, tiene una larga y lenta frecuencia vibratoria, mientras que el amor tiene una rápida y alta frecuencia. Hans Jenny desarrolló lo que se conoce como “Cymatics” en 1940, para demostrar que cuando las vibraciones del sonido pasan a través de un medio, hay un patrón fijo que las acompaña. Cuando la frecuencia incrementa, el medio se torna en un patrón más complejo. Esto es precisamente lo que le esta sucediendo al planeta y a la humanidad.

Existe un interruptor que apaga y enciende donde esos códigos se sitúan, y ese interruptor que los apaga y enciende es lo que llamamos EMOCIONES. Esta es la primera vez que vemos el patrón de las emociones vinculadas física y directamente con el material genético humano.

El MIEDO es una onda larga y lenta de emociones. Esta onda de MIEDO toca relativamente pocos puntos en este ADN. Por lo tanto, un individuo viviendo con MIEDO esta limitado al número de antenas que tiene disponible.

En un individuo viviendo en el patrón de AMOR, el ADN se puede observar que es una frecuencia más alta con una onda más corta y tenemos muchos más sitios potenciales para codificación a lo largo de este patrón genérico.

Es importante entender esto ya que otro investigador, Vladimir Poponin midió pequeñas partículas de luz llamadas fotones, -que hemos mencionado anteriormente- dentro de un tubo de vacío.

Los fotones fueron esparcidos como era de esperarse. Luego fue introducida una muestra de ADN en el tubo de vacío y midieron los fotones nuevamente. Encontraron que las partículas de luz se alinean a lo largo de los ejes del ADN.

Luego, cuando sacaron la muestra de ADN, los fotones permanecieron alineados a la misma forma del ADN ¡Aun cuando ya no había ADN presente! A esto se le conoce como el “Efecto Fantasma del ADN”.

Nuestras EMOCIONES AFECTAN DIRECTAMENTE la estructura de nuestro ADN, el cual a la vez forma directamente el mundo físico que experimentamos todos los días.

El presidente de la Facultad de Química en la Universidad de California, Berkeley, demostró que el ADN accede a una antena para la regulación celular.

Nos enseñaron que la función principal del ADN, es la de recibir y transmitir fotones, luz y sonido. ¿Para qué? Para la regulación celular, lo que significa que las moléculas de agua, el poder piramidal alrededor de las espirales de energía del ADN, absorben la energía espiritual de la vibración del Amor y luego son expulsadas al exterior para manifestarse y precipitarse en un campo cuántico (un campo de posibilidades): La materia física del cuerpo.

1. Ut = 396 = 9
2. Re = 417 = 3

3. Mi = 528 = 6

4. Fa = 639 = 9
5. Sol = 741 = 3
6. La = 852 = 6

Estas son frecuencias en Hertz (o ciclos por segundo), con las que los músicos pueden reafinar sus instrumentos para tocar y experimentar. Nuevamente, esta es la escala musical del creador, el solfegio original.

A medida que ves esto, comprendes que no hay nada que pelear. No es una guerra que enfrentar. No hay un levantamiento armado que realizar. No hay un dedo que tenga que ser levantado. La mayoría se pregunta como una persona puede hacer una diferencia.

Para entender visualmente como el universo es en verdad un holograma, un profesor de matemáticas de la Universidad de Yale, desarrolló una fórmula que es ejecutada en un programa de cómputo. Nombrado por él, el conjunto Mandelbrot muestra aparentemente un patrón desorganizado, pero sin importar que tanto magnifiques, te acerques al diseño, siempre encontrarás el mismo patrón dentro del patrón general. Cada fractal dividido infinitamente siempre reflejará el total. Cuando un fractal cambia su patrón, la suma total del patrón general cambia junto con el.

Cuando veas a tus temores por lo que realmente son y domines tus EMOCIONES entonces y sólo entonces serás realmente libre.

sábado, 20 de febrero de 2010

El estrés mata


Continuamente escuchamos que el estrés es la causa de muchas de las enfermedades. Sabemos que por el estrés vivimos más irritables, frustrados o deprimidos, pero no reparamos en los efectos orgánicos del estrés sino hasta que se manifiesta una enfermedad en el cuerpo.

¿Cómo funcionan los mecanismos del estrés? En términos muy básicos, el estrés es indispensable para el funcionamiento del cuerpo. La tensión orgánica regula los estado de alerta o reposo del cuerpo, es decir, lo prepara para responder a distintas circunstancias o estímulos del ambiente. Las señales de alerta en el cuerpo deben activarse para asegurar la supervivencia y deberían apagarse una vez pasada la amenaza.

El problema es que en nuestro estilo de vida actual pareciera como si viviéramos todo el tiempo bajo amenaza. En estricto sentido, la mayoría de los estímulos no amenazan nuestra vida, pero nosotros los sentimos así. Llegar temprano al trabajo, cumplir con el presupuesto de ventas, entregar el trabajo en la fecha límite, terminar todos los pendientes del día, llevar a los niños al colegio, pagar las cuentas… Todas esas actividades parecen y se convierten en un asunto de vida o muerte. Así que nuestro cuerpo responde como le ordenamos: todo el tiempo tenso y a la defensiva.

Uno de los primeros experimentos sobre estrés lo realizó el Dr. Hans Seyle en 1936. En realidad, Seyle estaba buscando otras cosas en sus experimentos cuando dio por casualidad con la idea del Síndrome de Adaptación General. Se trata de la respuesta del organismo a los estímulos estresantes, que pasa por tres etapas: la primera es la “señal de alarma”. Después de esta etapa de excitación, se construye una resistencia, para sobrevivir a la primera. Si el estrés continúa, sucede la tercera etapa, que es el agotamiento, que implica un deterioro importante del organismo al continuar su proceso de desgaste en la etapa de resistencia.

Lo que sucede a nivel físico es en primer lugar que las glándulas tratan de adaptarse a las demandas del estrés. Segregan hormonas en exceso para mantener el cuerpo en funciones. En un primer momento, lo consiguen, pero a la larga el mecanismo de defensa se descompone. Entonces, aparecen distintas enfermedades, como las del corazón, la artritis, la tensión arterial, úlceras. Así que aparentemente la causa de la enfermedad es una infección, una intoxicación, agotamiento nervioso, etc., pero lo que Selye proponía es que quizá fuera más bien un desarreglo del mecanismo de adaptación hormonal.

Sus experimentos con ratas, demostraron que sometidas a ciertas condiciones estresantes, desarrollaban los mismos síntomas de deterioro físico. Selye se preguntaba si era posible que los resultados finales, es decir, las enfermedades, fueran expresiones de la tensión orgánica.

Descubrió después que la pituitaria y las glándulas suprarrenales eran la clave. Son estas glándulas las que emiten la señal de alarma y envían hormonas al resto del cuerpo (y señales entre ellas). Si las tensiones seguían, después de la alarma venía la adaptación y el animal se acostumbraba a vivir en estado de tensión. Pero con el tiempo, claro, el mecanismo de defensa se gastaba, el animal enfermaba y moría.

Los paralelos entre lo que Seyle observó en sus ratas y lo que hemos notado en nosotros, los humanos, es notable. Bajo las tensiones del trabajo, la fatiga, las preocupaciones, los padecimientos crónicos, muchas personas parecen pasar la vida bastante bien, al menos por un tiempo. Eventualmente, la tensión hará sus estragos, igual que con las ratas.

Ya que los daños físicos tenían que ver con ciertas hormonas, Seyle supuso que la resistencia también tenía que ver con las mismas. En efecto, comprobó que algunas hormonas neutralizan y contrarrestan los efectos de las hormonas generadas en la primera etapa de estrés. Así es como a través de suministrar algunas hormonas al cuerpo puede reestablecerse un equilibrio químico, y las enfermedades se desvanecen.

En nuestros días, todos sabemos que el estrés es sumamente nocivo. No es nada nuevo para nadie, y tampoco los consejos de desaceleración para recuperar la tranquilidad y el bienestar. Pero tampoco es fácil simplemente cambiar de vida de un momento a otro. El truco está en que cada persona pueda encontrar modos de tranquilizarse como le sea posible.

Al menos, es importante que sepamos de cierto que el estrés es un asesino, quizá el mayor de todos los asesinos. La conciencia puede ayudarnos a empezar a tomar cartas sobre el asunto.

Existen diversas alternativas para combatir los efectos del estrés. Puedes acudir a terapias holísticas como la aromaterapia y los masajes relajantes; también puedes atender tus emociones con un psicólogo o un psiquiatra. Algunos encuentran remanso en la práctica de algún deporte o en la convivencia con la naturaleza.

Entre las posibilidades está también la terapia cuántica, que incide directamente en los desequilibrios energéticos, a un nivel incluso más pequeño que el de las células, asistiendo a tu cuerpo para recuperar su armonía. Ayudamos a tu organismo a recordar su estado original de bienestar, pero de la memoria de las células y su inteligencia, hablaremos más adelante…

Referencias:

- J. D. Ratcliff, en El cuerpo humano, Ediciones Selecciones del Reader’s Digest

- http://hypatia.morelos.gob.mx/no4/el_estres.htm

jueves, 11 de febrero de 2010

¿Padeces migraña? ¿Quieres conocer las posibles causas de ese padecimiento?


La migraña es un padecimiento muy común que se caracteriza por intensos dolores de cabeza, que pueden durar horas o hasta días. En algunas ocasiones, también se presenta con náuseas, vómito y trastornos visuales y/o auditivos.

Aquellos que padecen migraña saben que algunos alimentos pueden desencadenar el dolor, como el chocolate, quesos, vino tinto, café, entre otros. A ciencia cierta no se sabe qué provoca el padecimiento, pero hasta ahora se sabe que tiene un origen vascular, es decir, que tiene que ver con la dilatación de los vasos cerebrales.

La incidencia de migraña es mucho mayor en las mujeres que en los hombres. ¿Por qué? Tampoco se sabe a ciencia cierta. Entonces, ¿qué sabemos a ciencia cierta?

Lo primero que debemos reconsiderar es justamente ese término: “a ciencia cierta”. Porque a ciencia cierta, no sabemos casi nada. La ciencia, cada día se va renovando y los paradigmas de ayer se convierten en las mentiras de hoy. Así que empecemos por romper los paradigmas de la ciencia “cierta” para explorar otros caminos.

Las enfermedades no tienen únicamente un origen físico. Parecería que así todo sería fácil de explicar, pero justamente lo que pasa cuando vas al médico es que hay un nivel en que ya no hay respuestas. Sabemos que para que la migraña suceda los vasos cerebrales se dilatan. Pero no sabemos qué causa la vasodilatación.

El posible origen emocional de la migraña refiere que las personas que padecen migraña no se conceden el derecho de ser lo que quieren. La persona se siente culpable por atreverse a cuestionar a aquellos que tienen mucha influencia sobre ella. Las personas que sufren migraña son sumamente exigentes consigo mismas, y se conceden poco derecho a relajarse con la forma en que son.

Además, las personas con migraña suelen tener dificultades en su vida sexual porque no están en contacto con su poder creativo, que está simbolizado por los órganos genitales. En la persona que sufre de migraña hay un desplazamiento del instinto a la cabeza. Precisamente el tema de la sexualidad tiene que ver con el instinto primario. El conflicto es entre instinto y pensamiento, entra abajo y arriba, entre bajo vientre y cabeza, y parece que la cabeza se convierte en la puerta de escape para resolver el problema que está localizado en otra parte.

Aquellos que padecen migraña cambian en dos polos extremos sobre la sexualidad: o bien la descartan por completo de su vida o alardean de falta de prejuicios. Si los problemas no se enfrentan desde su propio ámbito se instalan en la cabeza. Quizá por eso sean las mujeres las que más padecen de migraña, puesto que son ellas las que han reprimido su sexualidad en la cultura occidental moderna.

La jaqueca es equivalente a un orgasmo en la cabeza. El proceso es idéntico pero localizado en dos partes distintas: la sangre acude a la zona, hay presión y luego distensión; en el caso de la jaqueca, la dilatación de los vasos sanguíneos.

La sexualidad está también asociada con actividad, vitalidad, agresividad. El enfermo de migraña traslada la actividad a la cabeza y puede pretender sustituir la acción por pensamiento. Puede ser que su ambición y su exigencia sobre sí mismo sobrepase sus actividades y por ello concentra el problema en la cabeza, causando un insoportable dolor. Generalmente, los dolores de cabeza se producen en situaciones en la que nos hallamos sometidos a fuerte presión o cuando una crisis está a punto de desbordarse.

Es necesario que las personas que sufren dolores de cabeza aprendan a escuchar el otro centro de su cuerpo: el corazón. Las personas perfeccionistas y ambiciosas, suelen padecer este tipo de dolores porque sólo atienden a la cabeza y pierden el contacto con la raíz de sí mismos. El pensamiento racional no lo es todo, también importan los sentimientos y los instintos. Desafortunadamente, la cultura en la que vivimos ha privilegiado el pensamiento racional al grado de anular las emociones y la espiritualidad, como si fueran algo de lo que uno debiera deshacerse. El problema es que no puedes simplemente sacudirte esa parte de ti mismo. Más nos vale empezar a escuchar esas otras facetas de nuestro ser humano.

Para los cuadros de enfermedad, precisamente debemos hacer caso a lo que dicen las emociones. Nuestros más profundos sentimientos y necesidades se revelan a través de nuestro cuerpo. La enfermedad es una invitación a escucharnos y a reencontrarnos con nosotros mismos.

Referencias:

- Bourbeau, Lise, Obedece a tu cuerpo, Ed. Sirio.

- Dethlefsen T. & Dahlke R., La enfermedad como camino, Ed. Random House Mondadori

miércoles, 1 de julio de 2009

Soltar la enfermedad

Decimos comúnmente que a nadie le gusta estar enfermo. Se traduce en dolor, en incomodidad, en desasosiego. Pero, también nos topamos con gente que sistemáticamente padece enfermedades y que parece regodearse en ellas.

¿En qué medida queremos estar enfermos? Desde la perspectiva metafísica, las enfermedades son la representación de estados psíquicos y de conflictos inconcientes. Así que, voluntariamente nosotros no enfermamos.

Dethlefsen y Dahlke, en el libro La enfermedad como camino, dicen que la enfermedad nos hace sinceros. Esto es, que nos otorga la oportunidad de revelar nuestras necesidades inconcientes y nos pone frente a nosotros aquel tema que hemos preferido dejar en la sombra.

Los hipocondriacos “inventan” enfermedades, decimos. Pero inventarlas no quiere decir que no padezcan su propia creación. Creemos que lo hacen para llamar la atención, para conseguir sus caprichos, para chantajear a otros.

Tómese como ejemplo, la Sra. J. Esta señora vive muy enferma. Padece hipertensión, insomnio, gastritis, contracturas vertebrales, gastritis, alergias varias y cojea de un pie como consecuencia de las lesiones en la columna. La Sra. J toma un montón de pastillas para controlar todas sus afecciones. Sus dos hijos han vivido pendientes de las enfermedades de la madre, que muy frecuentemente recae de alguna de ellas. Ninguna de las enfermedades es mortal si se tienen suficientes cuidados, pero todas ellas por ser crónicas afectan su calidad de vida. Lo interesante de la Sra. J es que parece no querer curarse. De hecho, estar enferma le sirve para chantajear a todo ser humano posible. Los primeros en sufrirlo, por supuesto, son los hijos, a quienes tiene esclavizados a su enfermedad. No podemos decir que las enfermedades no son reales, pero sí podemos preguntarnos en qué medida la enfermedad le conviene. Le es conveniente porque es una forma de ejercer poder y control; porque le permite obtener atenciones que cree que no puede obtener de otro modo; porque la hace el centro de atención de la familia.

Seguramente, conoces algún caso parecido. A veces una enfermedad nos sirve para librarnos de responsabilidades, otras nos sirve para pedirle a otros que nos cuiden, en algunas más nos otorga un pretexto perfecto para continuar o romper con alguna situación. Si es cierto que encontramos alguna función y eficacia en la enfermedad, así sea inconcientemente, entonces estaremos menos dispuestos a curarnos.

Estar enfermo se convierte en una condena, pero en realidad no tiene por qué serlo. No sólo es importante la actitud frente a la enfermedad, con lo que se puede sobrellevar mejor cualquier condición, sino también la capacidad de hacerse consciente de las verdaderas causas de la enfermedad y estar verdaderamente dispuesto a soltarla.

Además de la ayuda que le damos al cuerpo para curarse, con medicamentos, ejercicio, nutrición, y terapias alternativas, también es importante atender nuestras dimensiones emocionales, mentales y espirituales. No es una invitación a una religión, secta, grupo de autoayuda ni consumo de charlatanería. El camino siempre es personal. El proceso varía para cada persona, por sus propias características. Lo que sea adecuado para ti sólo tú puedes elegirlo. Lo importante es que entendamos que no somos sólo en la dimensión física, porque también somos emoción, pensamientos, creencias, relaciones, y atendernos integralmente, implica cuidar y alimentar todos nuestros niveles.

En Cuántum Med Narvarte creemos que no estás condenado a vivir enfermo, que puedes vivir de otra manera. Nos ocupamos de ayudarte a combatir el estrés, y de proponerte la conciencia de ti mismo y de los mensajes que la enfermedad te otorga como posibilidad de crecimiento.

Queremos ayudarte a soltar la enfermedad